jueves, 8 de noviembre de 2007

Señores y señoras, caminates y sedentarios, amigos de caminates y simples curiosos, me parece que este blog está demasiado frío. Se congela. Es necesario inyectarle algo. Emoción! Emoción! Exáctamente. Pero hablo de la emoción de los corazones, no de otra cosa. No van a encontrar aún a damitas o señoritos desnudándose. No, todavía no. No se hagan ilusiones.
De lo que hablo es de abrir un espacio para los afectos que nacen en el camino. Abrir un espacio para que los amigos, los entrañables, se miren y quizá también se saluden. Porque no hay como viajar para construir amistades fuertes, creo yo. Y después uno tiene que despedirse y no volver a verlos. En es sentido el caminate es, como dice mi amigo Ludo, un despiadado. Sino, no podría partir. Pero también es un romántico. Los afectos le dejan huellas profundas en su alma, se enamora.
Pero el espacio también es para aquellos que no se conocen, para que se abra una posibilidad de se conozcan, se ncuentren, viajen.
Bueno, sin más preámbulos, damos paso a la primera víctima: el señor Nelson Pimentel. Y para hablarles un poco de él, paso a mostrales la entrada a su casita:

Y su casita:




No mentira. Es una broma. Mi amigo Nelson debe estar que me mata. En realidad no es su casita. Es su lugar de trabajo: el Centro Cultural Simón Patiño que queda en Cochabamba. Lindo el castillo, verdad? Este señor Patiño es un misterio. Lo que se sabe de él es que fue un potentado minero (el rey del estaño le decían) que construyó este castillito que nunca llegó a habitar. Se murió antes de, el pobre. Pero, qué relación tuvo este millonario con la cultura? No lo sabemos. El caso es que ahora su castillo es un centro cultural. Entre otras cosas, hay museo, biblioteca y un archivo de música boliviana. Y es en este último departamento donde trabaja nuestro gran cuate, Nelson Pimentel.
Pero ya pasemos a conocerlo de una vez. Deben estar desesperados por verlo:



Aja! Ahí lo vemos en la entrada a su archivo. Allí es donde Nelson, que es antropólogo (y también poeta), se pasa todo el día organizando y archivando música boliviana. No será necesario contarles que allí hay verdaderos tesoros sonoros. Nelson me ha hecho escuchar algunos. El es un experto en eso.
Bueno, y ahora lo vamos a ver en el interior de su archivo:

Claro, aquí ya me está echando: "Ché, dejá de hacer públicas mis intimidades!" No mentira. También esto es una broma. Nelson es un caballero. Dueño de una gran hospitalidad. Por eso es fácil que nazcan afectos hacia él. Ojalá lo puedan conocer alún día, vale la pena. Quienes lo conocen lo saben.
Saludos!

No hay comentarios: